miércoles, 26 de septiembre de 2012

Destrúyelos si puedes

Lo que voy a relatar a continuación es una historia de héroes y villanos.

Vamos a ponernos en situación...

 En septiembre del año 1996 el ejército talibán invadió la capital de Afganistán, Kabul. A escasa distancia de donde colgaron al último presidente comunista afgano se encontraba Afghan Films, que realizaba labores de archivo y producción de cine afgano. Una vez los talibanes llegaron al poder, mandaron destruir todos los documentos existentes en aquel centro. Una pequeña parte de los trabajadores de la antigua plantilla permanecieron en el centro y acataron sin rechistar las órdenes de los nuevos dirigentes; ante la vigilancia atenta de los radicales, prendieron fuego a muchísimos rollos de celuloide pertenecientes a películas extranjeras. Al mismo tiempo, estos trabajadores idearon un plan totalmente distinto; mediante la construcción de dobles fondos en las paredes y techos pudieron salvar gran parte del patrimonio fílmico afgano. Estos hombres se jugaron literalmente la vida por salvaguardar parte de la historia y cultura de su país. Hoy en día podemos contemplar imágenes del cine afgano gracias a aquellos valientes, que durante 5 años ocultaron a los talibanes parte del patrimonio del lugar dónde trabajaban.

En el año 2007 un realizador valenciano, Ricardo Macián, coescribió y dirigió la película documental , Los ojos de Ariana, que narra aquella hazaña.

En 2009 varios medios se hacían eco de una noticia: el Instituto Valenciano del Audiovisual y la Cinematografía (IVAC) impulsó el traslado y reparto por las filmotecas españolas de 6.000 películas que aún permanecían en la Filmoteca Nacional de Afganistán , una parte de las que salvaron los trabajadores de la institución. En esta ocasión no eran los talibanes, sino la falta de recursos, lo que estaba poniendo en peligro su conservación.

Un relato curioso y desconocido para la gran mayoría de nosotros. 

A continuación os dejo el teaser tráiler de Los ojos de Ariana